viernes, 6 de abril de 2018

El viaje de la abuela

-Papito, ¿dónde está la abuela? ¿Por qué no está aquí con nosotros?

Siempre pensé que mi padre tenía todas las respuestas a todas las preguntas que yo le hacía, pero esa vez no fue así, esa vez fue distinto. No me respondió nada, solo me abrazó muy fuerte y permaneció un largo rato haciéndolo; eso me gustaba, pero me estaba asustando porque notaba su respiración muy agitada... como si estuviera llorando y papá nunca lloraba, él era muy fuerte. 

-¿Todo está bien, papá?- le pregunté después de un rato porque empecé a sentirme raro, como si algo malo estuviera pasando, pero yo no sabía qué. Yo no había hecho nada malo ese día, me parecía que me había portado bien.


-Sí, hijo- dijo papá tras un profundo suspiro- todo está bien.-
Pero algo extraño pasó: una lágrima rodó por su mejilla. Eso me hizo sentir muy mal y rompí a llorar. Mi papito me abrazó nuevamente y me decía en voz muy queda que todo iba a estar bien.

Fue mamá quien me explicó lo que pasaba. Me dijo que la abuela se había ido de viaje a una ciudad muy lejana y que no sabían cuándo regresaría, pero que estaría muy bien porque en esa ciudad un señor llamado Jesús la estaría cuidando mucho, así que no había por qué preocuparse.

Me puse muy contento por mi abuelita porque ella ya estaba muy agotada; siempre estaba en su mecedora tejiendo prendas que nunca acababan y a menudo me decía que le dolía su cuerpo.
Mamá también me explicó que adonde fue la abuela iba a descansar en paz y ya no tendría ni dolencias ni preocupaciones, eso me puso muy feliz.


La echo de menos y añoro su regreso para que me dé sus abrazos tan cálidos que me dan tanta paz.
Aunque ya la extraño, me alegro mucho que haya hecho ese viaje para que se cure y ya no siga tomando esos medicamentos.

Espero que se mejore pronto para que nos venga a visitar, y así, otra vez, estar juntos.


8 comentarios:

  1. Vaya.. por más tierno que resulte el relato termina siendo muy doloroso.
    Escribes fantástico.
    Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eliza, muchísimas gracias, de verdad aprecio muchísimo tus palabras. Un abrazo.

      Eliminar
  2. Que lindo y emotivo, aunque a la vez triste 😭 no pude evitar recordar a mis abuelitas, que por suerte las tengo aún con vida.
    Gracias por lo relatos 💕
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es realmente una bendición de la vida contar con tus abuelos.
      Gracias a ti por pasarte y comentar. Un abrazo.

      Eliminar
  3. ¡Hola, Junior!
    Este relato me recordó un libro que no termine de leer nunca, y es precisamente por esa inocencia de los niños ante grandes dilemas del mundo. Precioso, Junior. Felicitaciones.

    ¡Nos seguimos leyendo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Sofía!
      Wow, no sé si es bueno o malo que este relato haya tocado esa fibra en ti. Muchísimas gracias, sabes que siempre me alegra que me leas y comentes. Un Abrazo.

      Eliminar
  4. Un breve fragmento de ternura, inocencia y dolor. Me gusta muchísimo cómo se combinan todos esos conceptos y lo maravilloso de todo es que con tan poquito se sea capaz de llegar a lo más profundo del corazón. Sí, sin duda me gustan estos sabores agridulces. Mis felicitaciones, Junior.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias, Pandora. El honor es todo mío que te haya gustado uno de mis escritos. De verdad, muchas gracias.

      Eliminar